Durante este trimestre hemos
trabajado en los tres niveles de Educación Infantil el valor de la amistad
mediante un cuento titulado “La desaparición de los Luckys”.
Una vez leído y
reflexionado sobre la importancia de la amistad, los alumnos/as han concluido
la actividad plasmando sus manos con pintura de dedos en un cartel cuyo lema es
“Dame tu mano y seamos amigos”.
Aquí os adjuntamos el Cuento y el Mural " Unamos nuestras manos" que el alumnado ha realizado.
"La desaparición de los Luckys"
Hace mucho tiempo,
en el país de las Gominolas Mágicas, existían unos pequeños seres de colores
llamados Luckys. Eran redondos, peludos y suaves, y muy divertidos y cariñosos.
Nacían de las flores más bellas, y daban mucha suerte a quienes estaban cerca.
Por eso todas las personas tenían un grupo de Luckys y les daban juguetes y golosinas
para que fueran sus amigos.
Bueno, todas menos
Violeta, una niña que nunca quiso conseguir sus Luckys con regalos. Ella
prefería tratarlos como verdaderos amigos, y se esforzaba en darles mucho
cariño, hacerles favores, hablar con ellos y preocuparse por sus cosas... en
resumen, necesitaba tanto tiempo para conseguir y cuidar a cada uno de sus
peludos amiguitos, que era la persona
con menos Luckys.
Cierto día corrió
la noticia de que bajo las cataratas de miel vivían miles de Luckys sin dueño,
y la gente juntó regalos y golosinas para viajar hasta allí en busca de más
buena suerte. Violeta era muy feliz con los Luckys que tenía y no pensaba hacer
el viaje, pero cuando vio que se quedaba sola, le pudo la curiosidad y también
emprendió el camino con alegría.
Pero cuando llegó
a las cataratas sólo encontró personas tristes y solitarias, sentadas junto a
sus montones de regalos y golosinas. No había rastro de los Luckys. ¡Habían
desaparecido!
- Ten cuidado, la
catarata se ha tragado todos nuestros Luckys- le advirtió una mujer. – Se abre
y los absorbe en un instante ¡Vete antes de que sea tarde!
Pero ya era tarde.
Las cataratas se abrieron y cerraron con gran ruido. Sin embargo, al mirar a su
alrededor, buscando a sus Luckys, no faltaba ninguno de sus queridos amigos.
- No se los ha
tragado – decían todos sin creérselo, formando un corro alrededor.
Antes de que
pudieran hablar mucho más, las cataratas volvieron a abrirse. Esta vez se
mantuvieron abiertas por más tiempo, y permitieron ver en su interior a todos
los Luckys felices y contentos rodeados de los mayores y mejores regalos que se
pudieran imaginar. Cuando las aguas se cerraron, los Luckys de Violeta seguían
junto a ella. Finalmente, las aguas se abrieron una tercera vez, manteniéndose
abiertas, y un hombre de aspecto raro y divertido habló a los Luckys con dulce
voz.
- Venid conmigo,
pequeños Luckys. Aquí tendréis más y mejores cosas de lo que nunca podáis
imaginar ¡Seremos grandes amigos!
La propuesta era
tan tentadora que Violeta les dijo:
- Podéis ir con él
si queréis, chicos. Este sitio tiene una pinta estupenda. No me extraña que les
haya gustado a los demás.
Pero ni uno sólo
de sus Luckys se separó de ella. Se abrazaban tanto a su amiguita, que nadie
dudó de que para aquellos pequeños lo verdaderamente estupendo era estar con la
niña.
-¡Voy a recuperar
a mis Luckys! - dijo entonces un niño.
Aquel niño fue el
primero en decirlo, pero todos conocían como
Violeta trataba a los Luckys, y supieron enseguida lo que tenían que hacer para
recuperarlos. Y uno a uno fueron entrando bajo la cascada para dar a sus Luckys
el cariño, la atención y la generosidad que los hiciera verdaderos amigos
suyos, y no de los regalos que solían hacerles.
REFLEXIONAMOS
JUNTOS
1.
¿Por qué
los Luckys querían quedarse con Violeta?
2.
¿Por qué
los otros Luckys no querían quedarse con el resto de personas?
3.
¿Cuándo nuestros
amigos dejan de ser nuestros amigos?
4.
Entonces,
¿cómo conseguimos que nuestros amigos sigan siendo nuestros amigos?
5.
¿Qué te
gusta de tus amigos?
La Coordinadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario